Cuida tu salud mientras trabajas

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Hay cientos de historias que las personas relatan sobre las vivencias que enfrentan  día a día en los ambientes de trabajo y, en especial, de aquellos pequeños detalles que van asociados al mundo laboral. Por ejemplo, las personas a veces se ven en la obligación de compartir una copa de vino para cerrar un contrato, y en otros se tienen que fumar un puro para complacer aquel cliente importante para la firma de un acuerdo. Pero, ¿estamos realmente conscientes de cómo nuestra propia salud se puede deteriorar mientras trabajamos?

La ingesta de altos niveles de calorías contribuye directamente al aumento de peso.  En esta nueva época de pandemia, muchos han adoptado cientos de dietas y ejercicios caseros. Pero una pregunta que es vital preguntar es la siguiente: ¿Realmente funcionan las dietas personalizadas? ¿Qué tan eficientes y duraderas son?

La realidad es que cada vez más se ha comprobado que para llevar un estilo alimenticio saludable, hay cientos de factores que entran a jugar un papel muy importante, como son: nuestra familia, estado de ánimo, nivel de actividad física, vida amorosa y la presión con la que nos enfrentemos en el trabajo.

En un mundo laboral, con una gran diversidad de por medio, uno de los primeros factores que se podrían  tener en contra es el horario. ¿Por qué el horario? Porque los horarios de trabajo son muy variables. Aunque cumplas un horario laboral, puede ser que aquel cliente estrella se comunique  a las ocho de la noche y, entendiendo su importancia, te veas en la necesidad de darle seguimiento inmediatamente a ese correo. El exceso de trabajo puede alterar las horas en la que ingieres alimentos. Por ejemplo, hay muchas personas que se les olvida desayunarse, otros no almuerzan y algunos otros no tienen ánimo para una cena luego de acabar una larga jornada.

El segundo obstáculo es la calidad de los alimentos.  En la mayoría de los trabajos los empleados tienen acceso a alimentos con alto nivel de calorías, grasas saturadas y bajos en nutrientes lo que los hace elegir alimentos con una calidad inferior a los que deberían de consumir. En algunos casos, cuando los empleados trabajan en lugares céntricos de la ciudad, el costo de la comida saludable es bastante difícil de costear.

El tercer obstáculo se trata de esas famosas actividades sociales: una picadera antes de una reunión o el tan solo hecho de compartir uno que otro bocadillo alto en azúcares mientras se realiza una lluvia de idea con el jefe puede ser contraproducente y perjudiciales para la salud. Hay que tener una forma balanceada de saber cómo manejarse ante esta situación. Tan solo imaginemos consumir 12 a15 picaderas en un período de un mes en la oficina y el daño que esto le hace al organismo.

La última y más importante de todas es la ingesta de alcohol.  Todos consideramos que un buen trato no está cerrado hasta no compartir un buen trago. Pero la realidad es que la ingesta de alcohol va directamente relacionada con el sobrepeso y la obesidad, ya que éstas modifican los niveles de  triglicéridos, ácido úrico y otros organismos en el cuerpo que se ven afectados.

En conclusión, es bastante complicado en estos tiempos modernos sobrellevar la presión, la incertidumbre, la ansiedad, el cansancio psicológico y, a la misma vez, poder llevar un equilibrio saludable, pero sí se puede lograr. Todo es cuestión de determinación, paciencia y disciplina.