La obesidad infantil en medio de la pandemia

Articulista Invitado, Secuelas Sociales

Por Gregory Peguero

La obesidad in­fantil es uno de los grandes problemas que ha venido afectan­do a los niños desde mucho antes de aparecer el Coronavirus.  La situación se ha agra­vado por la falta de activi­dades físicas durante la pandemia entre los más pequeños de la casa.

Las medidas de lugar impuestas por el Coronavirus han afectado tanto la dieta, el sueño, como la interacción normal en los niños, dando paso a un nivel de obesidad insostenible ya que crea un ambiente proinflamatorio. El sedentarismo y la inactividad causan estragos psicológicos en el niño, y también en su salud física. La alteración de la ingesta y el consumo de comidas saturadas también contribuyen con un alto contenido energético que lejos de aportarle al niño le hace daño.

Otro factor no favorable, según los especialistas, es la alteración de la ingesta, el aumento de consumo de comidas de bajo contenido nutricional y con un alto contenido energético. La educación virtual ha contribuido a la alteración en el sobrepeso de los niños. En algunos casos los menores han desarrollado problemas tales como el Síndrome del Túnel Carpiano debido a las largas horas que permanecen sentados frente a sus computadoras. La obesidad en los niños tiende a fomentar el desarrollo de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, el hígado graso y también triplica el riesgo de desarrollar diabetes a temprana edad.

Por citar un ejemplo, la obesidad que se acumula en el área abdominal produce una disminución de la glucosa en el tejido muscular, provocando que el páncreas tenga que trabajar doblemente para compensar ese aumento de azúcar en la sangre.  Asimismo, el sedentarismo en el niño puede tener numerosas consecuencias.

Para prevenir el sobrepeso en los niños, es recomendable que los padres realicen una serie de juegos en la casa.  Algunas sugerencias pueden ser enseñar a los niñospreparar sus propios alimentos de una manera simple y divertida. También, realizar juegos en las escaleras de la casa o edificio, o si cuentan con un parque cerca, ingeniarse algunos juegos que le permitan a la familia correr.

Hay que tener en cuenta que los niños extrañan a sus amigos del colegio. Por lo tanto, los padres deben de involucrarse de manera directa en la actividad del niño a la hora de ejercitarse.

Gregory Peguero, Nutricionista
Egresado de University of Bridgeport Nutrition Institute.