Nueva York marca su postura sobre el derecho a los refugios de la ciudad

La política que hasta ahora se ha conocido como “refugio seguro” en la ciudad de Nueva York ha cambiado de escenario, ya que esta ahora no aplica a las decenas de solicitantes de asilo que están llegando a toda la ciudad desde la primavera pasada. Enrique Encarnación, activista residente del condado del Bronx, afirmó lo siguiente “Una cosa es que nosotros brindemos una mano amiga a aquellas personas necesitadas, y otra es que el sistema de albergue de la ciudad esté dándole prioridad a los que llegan con asilo a la ciudad dejando fuera a los neoyorquinos que en algún momento de su vida han pagado impuestos en esta ciudad”.

Los comentarios de distintos miembros de diferentes comunidades no se han hecho esperar, y es que la crisis ha llegado hasta la propia Alcaldía de Nueva York, en donde el alcalde Eric Adams reconoce que esto no se trata de una crisis de la ciudad de Nueva York, sino de un problema nacional, en la que la Casa Blanca debe de colaborar y buscar una solución inmediata para la misma. Esto se hace obteniendo mayores fondos y un apoyo técnico por parte del Gobierno federal.

Si bien es cierto que Nueva York, por considerarse una ciudad santuario, tiene que proporcionar ciertas facilidades a los nuevos residentes de la Gran Manzana, ya la crisis ha superado la capacidad de respuesta de la propia ciudad y esto ha impactado la calidad de vida de los habitantes de Nueva York en una forma significativa.

El Washington Post publicó la semana pasada un artículo en el que le insiste al Presidente Biden cerrar la frontera sur y crear una verdadera ley migratoria para frenar esta oleada que agrava la crisis migratoria actual.

En medio de la guerra política que hay en todos los Estados Unidos, la ciudad de Nueva York ha visto llegar aproximadamente 50,000 personas en un periodo de tan solo 12 meses, y si contamos que existen un total de 77 refugios de emergencia, se podría afirmar que la ciudad ha colapsado en su capacidad de respuesta.

Estos residentes que están llegando a la ciudad, producto de una crisis migratoria, no cuentan con permiso de trabajo u otra forma de estar de una manera legal en el país. Es prioritario que se pueda encontrar una solución a nivel federal, comentó el alcalde Adams.

El debate continuará y Nueva York seguirá buscando alternativas para apoyar a estos nuevos refugiados, y encontrar medidas efectivas para apalear la crisis.