Pánico colectivo en el Alto Manhattan

Dominicanos en EEUU, Noticias

El Alto Manhattan representa nuevamente un peligro eminente para la propagación del COVID-19 en la ciudad de Nueva York, luego que ha sido declarado como una zona de alto contagio por el departamento de salud de Nueva York. El aumento de nuevos casos positivos ha preocupado a tal punto a sus residentes que muchos han expresado que ya no quieren ni siquiera visitar los supermercados o salones de belleza.

Bodegas, restaurantes y otros negocios se han visto impactado de manera directa por este miedo constante que viven los residentes de este sector, sobre todo los quisqueyanos que admiten que ya vivían en condiciones vulnerables antes de la pandemia y la pandemia ha agravado más la situación. En icónicas avenidas como son la avenida San Nicolás en Washington Heights se puede apreciar decenas de vendedores ambulantes que salen día a día para ganarse su sustento, en muchos casos sin respetar el distanciamiento social, lo cual contribuye a que los casos se mantengan altos en esta zona. Cientos de comerciantes dominicanos han afirmado que aun lo que ellos están vendiendo no les alcanza ni para lo básico, porque el miedo y la pandemia se ha apoderado de la comunidad.

Uno de los temas que más preocupa a los vendedores ambulantes específicamente es el hecho de que mucho de ellos no califican a las ayudas estatales debido a la informalidad de su negocio, a pesar de que muchos afirman pagar sus impuestos diligentemente como cualquier otro ciudadano. Don José quien vende pastelitos en la 181 y la avenida San Nicholas expreso lo siguiente “En marzo nos cerraron y tuve que quedarme varias semanas sin dinero y con deudas y yo en este momento no sé qué voy a hacer porque no hay ayuda para nosotros”. Este clamor de don José se suma a muchos otros que se quejan de la poca asistencia que ha brindado el gobierno local acusándolos de que le cierran sus negocios por la pandemia, pero no les brindan una asistencia apropiada.

Desde mayo 23, el populoso sector ha sido considerado por la ciudad como zona de alerta amarilla, ya que obtuvo una tasa de contagio del 4.6% de casos positivos en un periodo de una semana, siendo uno de los más altos de la ciudad de Nueva York.