Violencia en el Subterráneo de Nueva York se dispara 200% en medio de la pandemia

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Los habitantes de la Gran Manzana han despertado con la noticia dada a conocer de que la Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) sólo asignará 644 oficiales para proteger el mayor sistema de transporte de la nación.  Esta cifra no alcanza ni el 60% de la solicitud que fue hecha por la ciudadanía y la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) a las autoridades.

Sólo en la semana pasada, cuatro personas fueron acuchilladas mortalmente durante el fin de semana en la línea A del metro de Nueva York. Entre las víctimas se identificaron dos indigentes que se encontraban durmiendo en uno de los vagones del metro cuando ocurrió el ataque. El sospechoso, quien ya está bajo arresto, tiene antecedentes psiquiátricos y se reportó que en menos de 14 horas esa misma persona atacó a varias personas en distintos puntos de la ciudad.  Su última víctima, mortalmente herida en el ataque, ocurrió en el sector de Washington Heights en el alto Manhattan, comunidad poblada mayormente por dominicanos.

La comunidad se ha manifestado en desacuerdo con la policía de la ciudad, ya que entienden que 644 oficiales no son suficientes para cubrir el mayor y más antiguo sistema de transporte público de la nación. Uno de los principales problemas en la violencia generada en el transporte público son la gran cantidad de indigentes con problemas mentales que residen en los vagones de los trenes.  Muchos exhiben un alto índice de violencia y tienen un largo historial delictivo, lo cual complica más la situación para los agentes del orden y el público en general. La organización Alianza de Personas sin Hogar emitió un comunicado de prensa en donde afirmó que la respuesta a esta problemática no se trata de enviar más policías a vigilar las estaciones del metro, sino abordar el problema invirtiendo mayores recursos en profesionales capacitados en salud mental que puedan apoyar a estas personas. La organización también afirmó que la mayoría de las personas que buscan refugios en los trenes no lo buscan por placer, lo hacen porque necesitan sentirse rodeado de otras personas y en búsqueda de refugio durante el cruel invierno de la ciudad.