Cineasta Eduardo Luna sugiere modificar la Ley de Cine para incluir a los miembros de la diáspora

Articulista Invitado

Por José Zabala

NUEVA YORK – El laureado cineasta dominicano Eduardo Luna, radicado en esta ciudad, sugirió modificar las leyes de cine y televisión de la República Dominicana para incluir a productores independientes del país y de la diáspora. Estos están excluidos de los incentivos y beneficios de la Ley 108-10 que creó la Dirección General de Cine (DGCINE), la cual no está cumpliendo con el trato equitativo que se merecen los creadores visuales, principalmente los jóvenes.

Luna explicó que los productores independientes con sus propios esfuerzos están haciendo maravillas en el celuloide y la televisión de República Dominicana y otros países, y sobresaliendo en importantes festivales internacionales de cine.

“Es deber de los gobiernos aplicar la ley como se establece en las legislaciones sin que haya discriminación, exclusión o privilegios para unos ni otros”, dijo Luna.

Señaló que la ley actual de cine solo está beneficiando a grandes productores y estudios extranjeros, los cuales son recibidos con todos los favoritismos en el país. Mientras, los productores independientes siguen desamparados por el Estado.

Luna, quien sobresale en Estados Unidos con producciones para Netflix, HBO y otras grandes cadenas de películas, sostuvo que es imperativo que el Congreso Nacional actualice la ley.

Recordó que los productores independientes se ven obligados a alquilar los costosos equipos usados en las filmaciones, y a utilizar los servicios de actores y actrices novatos que hacen un excelente trabajo.

Indicó que los reconocimientos internacionales otorgados a las producciones de los pequeños y medianos productores que incluyen películas, corto metrajes y documentales, son una muestra de la calidad del trabajo que desarrollan.

Relató que la ley cuenta con el Reglamento 370-11 que, según la legislación, aplica a todas las personas físicas o jurídicas que desarrollen actividades cinematográficas y de industrias conexas en la República Dominicana, es de orden público y su objetivo es incentivar el desarrollo de la actividad cinematográfica a nivel local y de crear otra vía de inversión extranjera y local en el país.

El cineasta dijo que entre los incentivos fiscales que ofrece la ley se encuentran la cinematografía nacional, con una deducción del cien por ciento (100%) del valor real invertido del Impuesto sobre la Renta a su cargo.

“El monto deducible al que se refiere la ley no podrá ser mayor al veinticinco por ciento (25%) del impuesto a pagar del ejercicio del año en que se hizo la inversión. A dicho incentivo tienen derecho todas las personas jurídicas que inviertan en entidades cuyo único objetivo sea la producción de obras cinematográficas de largometrajes dominicanos, siempre y cuando dichos proyectos hayan sido aprobados por DGCINE, y cuando se verifique que al menos el cincuenta por ciento (50%) del rodaje de la obra se haya hecho en territorio dominicano. Pero nada de esto beneficia a los productores independientes ni a los de la diáspora”, agregó Luna.

Dijo que además de esos incentivos, hay muchos otros en la ley que nunca han llegado a manos de los pequeños productores de cine y televisión.

José Zabala, Periodista/Bloguero